176. Siervas de la Divina Providencia
174. Hermanas Maestras de Cristo Rey
173. Franciscanos Discípulos Misioneros de Cristo
San Francisco predicando a los sencillos
Los Franciscanos Discípulos Misioneros de Cristo son una Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Diocesano fundada por Fray Héctor Hugo Vásquez Márquez, el 2 de febrero de 2003 en Bogotá (Colombia). El 22 de febrero de 2012 reciben la aprobación diocesana en el Vicariato Apostólico de Puerto Gaitán- Meta (Colombia). La Comunidad está formada por sacerdotes y hermanos.
Los Hermanos tienen por camino de vida la Regla de la Tercera Orden Regular de San Francisco, y siguiendo a Jesucristo según el estilo del Poverello, se caracterizan por mostrar una imagen de la Iglesia cercana, sencilla, humilde y en alegría. Como servidores del Reino de Dios en medio de su pueblo amado, comparten, viven y celebran la gracia y la presencia de Dios en ellos, desde ellos y con ellos, buscando hacer vida la petición de Cristo al Padre Celestial: “Padre, que estos que me has dado, sean uno conmigo, así como yo soy uno contigo; para que todos se salven”. La humildad es una virtud fundamental para los Discípulos ya que permite la cercanía y la sencillez a través de la manifestación de una vida fraterna en la alegría. Es pues la alegría de corazón la presencia de la acción del Espíritu Santo en sus fraternidades.
* Franciscanos Discípulos Misioneros de Cristo (web)
* E-mail: discipulosdecristo.hoy@gmail.com ;
discipulosmisionerosdecristo@gmail.com
Más oración y formación litúrgica
* Dice el Cardenal:
"Algunos dicen que actualmente los religiosos rezan demasiado poco. Yo no lo sé, no sé si es verdadero y ciertamente espero que no lo sea. La oración presenta hoy dificultades que, tal vez en un tiempo pasado, en un tiempo en que el ritmo de la vida era un poco más humano y no había tanto stress, no había tanto rumor, no existían. Tal vez la oración, el recogimiento, la concentración, el pensamiento, la mente que se elevaba hacia Dios, eran mucho más fáciles. Hoy, en un mundo tan movido como el nuestro, la oración se hace ciertamente más difícil.
Nosotros debemos poner el acento en la absoluta necesidad de la oración en la vida espiritual de un consagrado y de una consagrada. Queremos tratar de hacer esto con la realización de un documento que estamos preparando.
Hay también otro punto de vista: el Cardenal Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha tenido la idea– que me ha propuesto– de hacer un documento interdicasterial, con una primera parte confiada a nuestro Dicasterio y una segunda a cargo del Dicasterio de Culto Divino, sobre la formación litúrgica de los religiosos y de las religiosas. También esto me parece de gran importancia porque, por una parte, hay una cierta “ignorancia”, una cierta falta de conocimiento y de formación litúrgica en los jóvenes religiosos y religiosas; por otra, hay también “fantasías” litúrgicas que no siempre son de buen gusto y que no corresponden al deseo y a la voluntad de la Iglesia y al espíritu mismo de la Liturgia. Por lo tanto, ciertas correcciones parecen necesarias. Esta parte será tarea de la Congregación para el Culto Divino y haremos juntos un documento único, compuesto de dos partes, una referida a la oración y la otra referida a la formación litúrgica. Pienso que ambas partes son necesarias y serán– así lo espero– de provecho para la vida espiritual de los religiosos y las religiosas".
Benedicto XVI y la Vida Religiosa VII
- Las personas consagradas están llamadas de modo particular a ser testigos de esta misericordia del Señor, en la que el hombre encuentra su propia salvación. Estas mantienen viva la experiencia del perdón de Dios, porque tienen conciencia de ser personas salvadas, de ser grandes cuando se reconocen pequeñas, de sentirse renovadas y envueltas por la santidad de Dios cuando reconocen su propio pecado.
Cristo "me atrae hacia Sí" para unirse a mí, a fin de que aprenda a amar a los hermanos con su mismo Amor (Benedicto XVI)