“¿Hacemos nosotras por Dios
aquello que los paganos hacían por sus falsos dioses? ¿Por qué en la casa en la
cual vive el Señor, Él no puede ser adorado continuamente, en todas las horas
del día y de la noche? ¿Por qué las vírgenes en oración no pueden cantar en
perpetuidad el canto de los ángeles delante del altar de Dios? ¿Por qué no
pueden existir las centinelas que velan día y noche a nuestro Rey, sin jamás
dejarlo?”.
(Madre Mectilde, 1614-1698)
Las Benedictinas del Santísimo
Sacramento (Benedictinae ab adoratione perpetua Sanctissimi Sacramenti)
constituyen un Instituto monástico confederado de monjas de la Orden de San Benito.
Fueron fundadas por la Madre Mectilde del Santísimo Sacramento (Catherine Mectilde
de Bar) en 1653 en París, con la particular misión en el carisma benedictino de
ser adoratrices y reparadoras de Jesús Sacramentado.
La
vida de la Benedictina del Santísimo Sacramento está dedicada a la búsqueda de
Dios y a cantar su misterio de amor en el Oficio Divino, en el silencio del
claustro, en el trabajo manual e intelectual, y en la comunión de vida
fraterna. “No anteponer nada al amor de Cristo”, dice San Benito. Este
principio anima la vida de las monjas; vida que es un camino de conversión,
donde no faltan las dificultades, porque eligen el recorrer la vía estrecha que
conduce a la salvación, camino en el que el corazón progresivamente se dilata
en la alegría y en la libertad del amor recibido y restituido.
“¡Hermanas mías! ¡Cómo es divino nuestro Instituto!
¡Por cuántos siglos ha estado escondido y sepultado con Jesús en la
Hostia! ¡Por cuánto tiempo ha quedado encerrado en el Corazón
de un Dios Inmolado! No estamos frente a un diseño de la mente humana. No ha
sido una criatura quien lo ha querido. Ha sido Jesús en la
Hostia quien lo ha depositado en el corazón de San Benito Abad.
Puedo afirmar que nuestro Instituto no ha salido de ningún otro lugar, si no
del Tabernáculo, en donde San Benito depositó su propia vida en sus últimos
instantes”. (Madre Mectilde)
Cada
monja tiene una hora de adoración diaria ante Jesús Sacramentado, y si el
número de comunidad lo permite el Santísimo permanece expuesto también en la
noche. En la tradición benedictina, los monasterios tienen hospederías para que quien quiera pueda pasar un días de
retiro y oración. Cada monasterio es autónomo y se encuentran agrupados en seis
federaciones nacionales (Francia-Luxemburgo,
Alemania, Italia, Polonia, Holanda y Bélgica). El monasterio de Ghiffa
(Italia) ha fundado en 2010 un monasterio en la Archidiócesis de Guadalajara
(México).
Email (México): ghiffa.mon@hotmail.com