Hay una
generación en España de religiosas ejemplares (que a veces permanecen un tanto “ocultas”)
que se mueven entre los primeros años del s. XX y mediados de dicho siglo. Y no
son ejemplares por haber vivido en ese período de tiempo, sino porque supieron
encarnar en sus vidas de una manera admirable y deslumbrante el Evangelio, con
sus matices carismáticos particulares donados por el Espíritu a sus Institutos.
También es cierto que su vida religiosa transcurrió inmersa en una corriente de
espiritualidad determinada (la de la época dicen algunos), pero no se percibe
en ellas amarguras, tristezas, rigidez… sino libertad, alegría, entrega,
fidelidad… santidad. Aquí os presento a algunas de estas religiosas que tienen a
su vez en común su juventud. Sus vidas hubieran pasado desapercibidas, excepto
para sus contemporáneos, si Hermanas de sus Institutos y testigos de las
maravillas de Dios no nos hubieran legado sus testimonios en obras escritas.
Ninguna de ellas hubieran querido esta notoriedad seguramente.
Os pongo
algunas biografías de estas religiosas que yo he leído, y que a mí me han hecho
mucho bien. Hay otras biografías nuevas, pero no percibo en ellas todo ese
aparato de citas de los escritos de las propias religiosas. En las nuevas
biografías hablan más los autores y menos las protagonistas, además omiten ciertos
textos de las religiosas vinculados a una “espiritualidad superada”: el tema
del victimado, del holocausto por la conversión de un pecador, del amor a la
Virgen, de la exigencia de cumplir el más mínimo precepto de la regla y
costumbres de su Instituto, de lo experimentado en la toma del hábito, y de la
importancia de este signo, y muchas cosas más. En los libros que cito aquí, el
autor calla y hablan ellas en mayor medida, siendo todo material valioso y
presentado, sin cortapisas (sobre todo notas espirituales de las Hermanas y
reflexiones privadas en ejercicios, retiros…).
Como estas
santas religiosas hay otros tantos testimonios en España. A destacar también
que éstas son de vida activa, y que su vida de oración fue tal
como sus fundadores quisieron para sus hijas. Y es que el secreto de su
santidad y fuerza no es otro que éste: su unión constante con el Esposo, en la
enfermedad dolorosa, en la misión arriesgada, en el apostolado ordinario… en
todo momento.
Beata María Antonia Bandrés Elósegui, Hija de
Jesús
Nació el 6 de
marzo de 1898 en Tolosa (Guipúzcoa). Ingresó en el noviciado de las Hijas de
Jesús, en Salamanca, el 8 de diciembre de 1915, y falleció en olor de santidad
allí mismo, el 27 de abril de 1919,
a los once meses de su profesión religiosa y después de
haber ofrecido heroicamente su vida por la conversión de un familiar querido.
Tenía 21 años.
- Martínez, José Julio: El sacrificio de un ángel. Vida de la
Hermana María Antonia Bandrés y Elósegui. Madrid, 1946.
Hermana María Teresa Gónzález Quevedo, Carmelita
de la Caridad
Nació el 14 de
abril de 1930 en Madrid. El 23 de febrero de 1948 ingresa en el Instituto de
las Carmelitas de la Caridad. La Hermana
María Teresa fue probada con el sufrimiento moral de la desolación
espiritual, y con el sufrimiento físico de una terrible enfermedad que fue una
lenta agonía durante varios meses: meningitis tuberculosa. Fueron setenta días
de sufrimientos espantosos, llevados con heroica paciencia, siempre con la
sonrisa en los labios y sin exhalar una queja. Falleció el 8 de abril de 1950.
Tenía 20 años.
- López de Uralde y Elorza, María Luisa: Teresita (Apuntes biográficos de la Hermana María Teresa González
Quevedo Cadarso, de Jesús). Varias ediciones.
Sor María Teresalina de Jesús Zubiri Sánchez,
Franciscana Misionera de María
Joaquina
Zubiri Sánchez nació en Bilbao el 13 de julio de 1918. En 1940 ingresa al
noviciado de las Franciscanas Misioneras de María en Pamplona. El 16 de abril de 1947 parte hacia Cachemira
en un envío de misiones junto a otras 43 religiosas. Pide al Señor ser como una
esponja de la que se pueda extraer “hasta
la última gota”. Pakistán invade la región, que pertenecía a India, y se
suceden altercados. El 27 de octubre de 1947, mercenarios asaltan el convento y
maltratan a las religiosas. Cuando se disponen matar a la Madre Superiora, Sor María
Teresalina interpone su cuerpo entre ella y las armas. Recibe tres descargas en
el pulmón, en el abdomen y en una pierna. Su hábito blanco se tiñe de rojo en sus
diez horas de agonía, desangrándose hasta la última gota. La llegada de un
mando del ejército evitó la muerte del resto de la comunidad. Tenía 29 años.
- Omaechaverría Martitegui, Ignacio: Una víctima perfecta, Rvda. María Teresalina
Zubiri. 1949 y reediciones.
Sor Rocío de Jesús Crucificado, Religiosa de Amor
de Dios
María Josefa Rodríguez Xuárez de la Guardia
nació el 16 de mayo de 1923 en Colmenar (Málaga). Con 21 años ingresa en las
Hermanas del Amor de Dios. Su
experiencia del Amor Divino la llevó a una entrega total, alegre y gratuita a
todos, especialmente a los más necesitados, a los niños y a los jóvenes. Falleció en Roma el 30 de marzo de 1956. Tenía 33 años.
- Rodríguez Fernández, Nicolás: Flor de Andalucía, Sor Rocío de Jesús
Crucificado. 1969.