Las Hermanas de
la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María son un Instituto
Religioso de Derecho Pontificio fundado por la Madre Józefa Karska y la Beata Madre
Marcelina Darowska en 1857 en Roma (Italia). El espíritu del Instituto consiste
en dar gloria a Dios en todas las cosas, amar como respuesta al Amor de Jesús y
buscar cumplir la Voluntad Divina en todas las situaciones, sobre todo en la
vida ordinaria.
Cada Hermana
debe intentar encarnar en sí misma las virtudes de la Santísima Virgen María,
en especial la pureza: la pureza de la conciencia que va acompañada de la
honestidad de vida y el servicio al prójimo verdaderamente desinteresado. Ser
como María, esclavas del Señor, totalmente entregadas en vida a su servicio, y ser madres con los niños y jóvenes que asisten a sus obras educativas y
evangelizadoras.
Las Hermanas
cuidan con esmero todo lo relacionado con la Sagrada Liturgia: Oficio Divino
solemne, acompañado también de la belleza del canto gregoriano y de los gestos
corporales que indican respeto y veneración; Santa Misa, cuidando y no
escatimando en ofrecer lo mejor y más bello (sin excentricidades) para el
culto eucarístico en ornamentos, vasos sagrados, lienzos, etc; la oración
mental comunitaria (lo que por norma no se establece, por opcional o por
responsabilidad personal termina no haciéndose); el silencio que debe guardarse
en los conventos fuera de los tiempos de recreación y apostolado… hacen de la
vida de las Hermanas un testimonio significativo de vida consagrada que no deja
de atraer vocaciones en los lugares donde se encuentran presentes.
Las Hermanas
tienen su campo de apostolado en la educación e instrucción de la niñez y
juventud. Regentan jardines de infancia, escuelas católicas, internados y residencias
femeninas. También imparten catequesis en las parroquias, colaboran en retiros
y Ejercicios Espirituales, y son las responsables de dos santuarios marianos
polacos. El Instituto está presente en Polonia, Ucrania, Bielorrusia e Italia.