205. Oblatas de los Corazones Santísimos de Jesús y María



Las Oblatas de los Corazones Santísimos de Jesús y María (Oblatas de Matovelle) fueron fundadas por el P. Julio María Matovelle y cinco Hermanas Cofundadoras en 1892 en Cuenca (Ecuador). Las Oblatas ofrecen sus vidas por la reparación de las ofensas y las infidelidades que se cometen contra los Corazones de Jesús y su Madre.


Jesús Eucaristía es la Vida, el Modelo y la Regla viva de la Congregación. En este Misterio han de nutrir su vida espiritual, vigorizar su labor apostólica y hallar fuerzas para el sacrificio. Se ofrecen en una sola Oblación con Cristo por los mismos fines con que se ofrece diariamente en el Sacrificio del altar: adorar, dar gracias, pedir y reparar. Por estos mismos fines hacen sus obras buenas las Hermanas del Instituto. El espíritu propio de la Congregación es el de la inmolación. Para vivirlo, las Hermanas ejercen su sacerdocio común, ofreciendo por Cristo, con Él y en Él, las hostias espirituales de su propio ser y existencia, con sus trabajos diarios y dolores. Su campo de apostolado se dirige a la educación católica, las misiones, la catequesis y la pastoral parroquial. Están presentes en Ecuador, Colombia, Venezuela e Italia.