Más oración y formación litúrgica

En la fiesta de la Presentación del Señor (2/II/2010), el Cardenal Prefecto para los Institutos de Vida Consagrada, Franc Rodé, anunció que su Dicasterio está preparando dos documentos. Un primero, tratará sobre la necesidad de la oración y contendrá una parte dedicada a la formación litúrgica de los religiosos; y un segundo, abordará la cuestión de la vocación de los Hermanos Laicos (legos, conversos, donados, coadjutores) en las comunidades religiosas.

El origen del primer documento, sobre la oración y la liturgia en la vida religiosa, surge de la constatación escandalosa de que muchos religiosos y religiosas no oran, no rezan o lo hacen mal, ni respetan las leyes de la Iglesia en materia litúrgica. Los espacios de oración, tanto de la rezada (como el Oficio Divino) como de la oración mental, han sido supeditados a toda esa amalgama de activismo pseudoapostólico (o simplemente de inactividad de cualquier tipo), que como no está fundamentado en la oración, a penas da fruto alguno. Lo triste de este asunto es que dicho documento será recibido y aceptado en aquellas comunidades que precisamente oran, rezan y cuidan la Liturgia. Entre aquellos que ni oran, ni rezan, y se inventan la Liturgia a su gusto, el documento caerá como en saco roto. Esta es la realidad de esa vida religiosa tan activa, tan progresista, tan moderna y autónoma. ¿A qué va a venir Roma a decirles lo que tienen que hacer?

* Dice el Cardenal:

"Algunos dicen que actualmente los religiosos rezan demasiado poco. Yo no lo sé, no sé si es verdadero y ciertamente espero que no lo sea. La oración presenta hoy dificultades que, tal vez en un tiempo pasado, en un tiempo en que el ritmo de la vida era un poco más humano y no había tanto stress, no había tanto rumor, no existían. Tal vez la oración, el recogimiento, la concentración, el pensamiento, la mente que se elevaba hacia Dios, eran mucho más fáciles. Hoy, en un mundo tan movido como el nuestro, la oración se hace ciertamente más difícil.

Nosotros debemos poner el acento en la absoluta necesidad de la oración en la vida espiritual de un consagrado y de una consagrada. Queremos tratar de hacer esto con la realización de un documento que estamos preparando.

Hay también otro punto de vista: el Cardenal Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha tenido la idea– que me ha propuesto– de hacer un documento interdicasterial, con una primera parte confiada a nuestro Dicasterio y una segunda a cargo del Dicasterio de Culto Divino, sobre la formación litúrgica de los religiosos y de las religiosas. También esto me parece de gran importancia porque, por una parte, hay una cierta “ignorancia”, una cierta falta de conocimiento y de formación litúrgica en los jóvenes religiosos y religiosas; por otra, hay también “fantasías” litúrgicas que no siempre son de buen gusto y que no corresponden al deseo y a la voluntad de la Iglesia y al espíritu mismo de la Liturgia. Por lo tanto, ciertas correcciones parecen necesarias. Esta parte será tarea de la Congregación para el Culto Divino y haremos juntos un documento único, compuesto de dos partes, una referida a la oración y la otra referida a la formación litúrgica. Pienso que ambas partes son necesarias y serán– así lo espero– de provecho para la vida espiritual de los religiosos y las religiosas".