172. Orden de la Visitación de Santa María, Salesas o Visitandinas



San Francisco de Sales entrega las Constituciones
a las primeras Salesas

La Orden de la Visitación de Santa María (Ordo Visitationis Beatissimae Mariae Virginis, V.S.M.) es un Instituto Religioso de vida contemplativa fundado por San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Frémyot de Chantal en 1610 en Annecy (Saboya, Francia). La Orden fue aprobada por la Santa Sede el 23 de abril de 1618 y erigida como tal por Pablo V el 16 de octubre del mismo año.


Las Salesas están llamadas a vivir el Santo Evangelio siguiendo los Consejos Evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, con un espíritu de profundad humildad para con el Señor y de dulzura para con el prójimo, atentas siempre a la renuncia del “hombre viejo” para vivir de la Voluntad Divina.


“Contemplativas en la Iglesia por nuestra unión con Dios y nuestra forma de vida comunitaria, buscamos en el interior del claustro desarrollar en nosotras y entre nosotras el lazo de la caridad...Que nada nos separe del Esposo Celestial que nos ha unido, ni de esta unión que nos mantiene unidas a Él, de tal manera que no teniendo sino un solo corazón y una sola alma, sea Él mismo nuestra única alma y corazón”.


La Visitación es una Orden de vida contemplativa y de clausura papal, cuyas monjas, llamadas Visitandinas o Salesas (en los países de habla hispana), tienen por fin la unión constante con Dios con un espíritu que no busca sino sólo a Él, independientemente de todo, excepto del beneplácito divino; con un espíritu de profundad humildad para con Dios y de gran dulzura para con el prójimo; con un espíritu que no pone el acento en las austeridades exteriores, siendo éstas suplidas con la renuncia interior, con gran sencillez y alegría en la vida común.


La Orden honra a la Virgen María en su Misterio de la Visitación, participando así en la gratuidad de su respuesta, la admiración de su alabanza y en su celo por la salvación del mundo.


La Orden bebe de manera particular del manantial de amor que brota del Corazón Traspasado de Nuestro Señor Jesucristo. Él mismo eligió a una Hermana Salesa, Santa Margarita María de Alacoque, para recordar al mundo el amor infinito de su Corazón. Habiendo sido destinadas a honrar e imitar la vida oculta de Jesús, están llamadas a profundizar en oración y escucha el amor del Corazón de Cristo y darlo a conocer a todos. 

Una característica de la Orden, desde los tiempos fundacionales hasta hoy, es que acepta a la vida monástica a mujeres de salud débil o edad madura. En sus monasterios han conservado la figura de las Hermanas externas que pueden salir de la clausura para realizar diversas tareas necesarias para la comunidad.


La Orden tiene presencia en 31 países y en España cuenta con 18 monasterios. Cada monasterio es autónomo y todos se encuentran en estrecha relación de caridad a través de las Federaciones (agrupaciones de monasterios con vistas a fomentar la comunión y ayudar en la formación, necesidades específicas, etc.).