Las Siervas de los Pobres, Oblatas Regulares de la Orden de San Benito, son un Instituto Religioso de Derecho Pontificio fundado por Dom Camille Leduc, monje benedictino de Solesmes, en 1874 (diócesis de Angers, Francia). Las Hermanas se dedican a las obras de la vida activa y a los ejercicios de la vida contemplativa, a ejemplo de Santa Francisca Romana, modelo de perfecta benedictina al servicio de los necesitados.
“Ante todo y sobre todo, se ha de atender a los hermanos enfermos, sirviéndolos como a Cristo en persona, pues Él mismo dijo: "Enfermo estuve y me visitasteis" y "lo que hicisteis a uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis". (Regla de San Benito XXXVI)
Las Hermanas profesan la Regla de San Benito. Cantan el Divino Oficio, realizan la lectio divina, se entregan a la contemplación, ofrecen hospitalidad al visitante, y trabajan en la huerta y en las distintas oficinas monásticas. Hasta aquí, un monasterio clásico de benedictinas. Sin embargo, su vocación, confirmada por la Iglesia, las impulsa a salir del monasterio en busca de los enfermos y los pobres para llevarles alivio espiritual y material. Este servicio lo entienden como una continuación y prolongación del culto eucarístico. En estas personas necesitadas el rostro de Cristo, pobre y doliente, resplandece con mayor intensidad. Ancianos impedidos, familias necesitadas, enfermos en cama, etc., son visitados a diario por las Hermanas, y de manera gratuita. En esos momentos representan a la Iglesia que abraza y consuela a sus hijos necesitados.
Las Hermanas están presentes en Francia, Senegal y República Democrática del Congo.
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