“San Francisco y Santo Domingo, como ejemplos de pobreza, maestros de vida espiritual y testimonios heroicos de obediencia al Papa y al Magisterio de la Santa Iglesia, son Patronos Celestiales de las Hermanas Siervas. La unidad de sus corazones en Jesucristo y su amor devoto a su Inmaculada Madre, junto con su celo apostólico, son incentivos para imitarlos en una amistad tan pura como la suya”. (Const.)
Las Hermanas Siervas de la Eterna Palabra fueron fundadas por la Madre María Gabriela, ex-religiosa dominica de vida activa. El nuevo Instituto sigue la espiritualidad de San Francisco de Asís, cuya Regla han adoptado, y de Santo Domingo de Guzmán. Dicha filiación con sendos Santos Patriarcas se refleja visiblemente en el hábito religioso que siempre portan: cordón, esclavina y escapulario marrones, por San Francisco, y túnica blanca y corona del Rosario en la cintura, por Santo Domingo. Su vida está profundamente regida por los tiempos de oración según la vida religiosa tradicional: Oficio de Coro, Hora Santa a las seis de la mañana, oración mental, Santa Misa, rezo completo del Rosario, Corona de la Divina Misericordia a las tres de la tarde, lectura espiritual, etc.
Novicias
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En cuanto al apostolado, las Hermanas se dedican a ofrecer testimonio visible de su consagración a Cristo, instruir en la Divina Fe Católica a la juventud y organizar retiros espirituales que fomenten la unión de los fieles con Dios Nuestro Padre. Las Hermanas están presentes en los EEUU.