9. Siervos de Jesús de la Caridad




"Sean compasivos con los pobres y enfermos, en el lecho del dolor, todos somos necesitados” (Santa María Josefa)

Los Siervos de Jesús de la Caridad son una asociación pública de fieles aprobada en la diócesis de Sonson- Rionegro (Colombia) el 20 de marzo de 2004. Este nuevo instituto nace por inspiración del Espíritu Santo como rama masculina de la congregación de las Siervas de Jesús de la Caridad. Fundadas en Bilbao (España) el 25 de julio de 1871 por Santa María Josefa del Corazón de Jesús, tienen por lema “Amor y Sacrificio”. Las Siervas sirven a Cristo en la asistencia a los enfermos a domicilio, en los hospitales y clínicas, en residencias de ancianos, guarderías y en obras sociales para enfermos terminales de sida, comedores, etc.

La comunidad de los Siervos es de tipo mixta acogiendo en su seno sacerdotes y hermanos. Ambos, exceptuando las exigencias del ministerio ordenado, tienen por objetivo trabajar por la mayor gloria de Dios y la santificación personal mediante el ejercicio de la caridad. Los Siervos quieren vivir esta Caridad que abrasó el corazón de Santa María Josefa y perpetuar su ministerio en el tiempo, asociándose así a la misión redentora de Jesucristo. Al servicio de los enfermos y necesitados, material y espiritualmente, se convierten en signos proféticos del Reino al que pre- anuncian con su testimonio de oblación a Dios y servicio a los hermanos. No trabajan por pura filantropía sino impulsados por el amor de Cristo, con Él y en Él. Por eso tienen en mente que, junto al alivio material que dan a los enfermos, han sido llamados a colaborar en la salvación de sus almas.

Los Siervos profesan una especial devoción a Nuestra Santísima Madre la Virgen, primera Sierva de Jesús. Ella es su modelo de sencillez, humildad, pobreza y abnegación, virtudes necesarias para el trato fructífero con los enfermos y necesitados. También profesan fidelidad y adhesión filial al Vicario de Cristo acogiendo con amor y de manera real y efectiva las disposiciones de la Iglesia en su Magisterio doctrinal y moral. El Santo Padre es la autoridad máxima en el Instituto.


“Todo lo que hicisteis con el más pequeño de mis hermanos conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 40)

En cuanto al apostolado: servir a Cristo en el hermano enfermo y necesitado. Su actividad se desarrolla en los siguientes campos: asistencia a los enfermos en sus domicilios, cuidado de enfermos en hospitales, atención de dispensarios, hogares para ancianos desvalidos, casas de atención a niños y jóvenes desamparados, centros de pastoral y capacitación en salud, capellanías en centros asistenciales, etc. A todos estos lugares de encuentro con Jesús doliente, acuden con la alegría que caracteriza a los hijos de Dios. Rostro iluminado, paciencia, misericordia y abnegación caracterizan su trato. Deben ser en su ministerio sagrado reflejo del Amor divino. Y es que si el enfermero profesional, en efecto, atiende a sus pacientes, el Siervo los ama y los hace sentirse amados por Dios. Ésta es una necesidad acuciante en nuestra sociedad donde prima lo bello, lo fuerte, lo sano. Lo feo, lo débil, lo enfermo… los predilectos de Dios son el desvelo de los Siervos. Demos gracia al Dios que alegra nuestra juventud por haber suscitado en su Iglesia a estos Hermanos que oran y trabajan en el Corazón de Cristo y desde Él para la gloria de Dios, la salvación del mundo y la exaltación de la Iglesia Católica.

Actualmente los Siervos de Jesús de la Caridad se encuentran presentes en Colombia, donde tienen su casa de formación, y en Chile. Sin embargo, los enfermos y necesitados se encuentran a lo largo y ancho del mundo. ¡La Caridad de Cristo nos urge! Recemos al Dueño de la mies para que envíe operarios santos y numerosos que transformen el mundo por el Amor y sin rehusar el Sacrificio: si queremos un Jesús sin cruz, hallaremos una cruz sin Jesús.


* Siervas de Jesús de la Caridad (web)